The Young Foundation ha publicado recientemente un documento con el título “Health and Social Innovation – A briefing on our work to achieve radical improvements in health care”. En dicho documento, se argumenta la necesidad de explotar el potencial de la innovación social.
¿Por qué Innovación social en sanidad?
El argumento para plantear dicha necesidad se base en la creencia de que la gente tiene por lo general un gran potencial no aprovechado, que puede ser aprovechado en el ámbito sanitario o en otros ámbitos. Existe un gran potencial en aflorar las capacidades de las personas para incorporar hábitos de vida más saludables o en aprender a gestionar activamente sus propias enfermedades, en estrecha relación con los profesionales sanitarios.
Los sistemas sanitarios internacionales se enfrentan a retos globales que los impulsan inexorablemente al cambio; el aumento de las patologías crónicas, el aumento de costes, las mayores expectativas y demandas de los ciudadanos, el menor apoyo del entorno familiar o los importantes avances tecnológicos entre otros.
Para dar respuesta a estos retos de los sistemas sanitarios, es necesario acercar los patrones de la innovación sanitaria a los emergentes de la innovación social.
¿Qué es innovación social?
La innovación social pretende diseñar e implementar mejores maneras de cubrir necesidades sociales cambiantes a lo largo del tiempo.
Existe una gran diversidad de agentes que están promoviendo la innovación social: desde las instituciones gestionadas por los gobiernos y las organizaciones sin ánimo de lucro, hasta los nuevos emprendedores sociales que están cambiando el escenario. Desgraciadamente, es frecuente que los agentes involucrados se enfrenten a numerosos obstáculos a la hora de acometer iniciativas de innovación social. Por un lado, el sector sanitario carece habitualmente de un sistema que promueva y canalice activamente la innovación. En muchas ocasiones se interpone la urgencia de los problemas a la consecución de objetivos fundamentales.
¿Cuál es la propuesta de cambio?
La cooperación entre los agentes es sin duda una asignatura pendiente en el ámbito de la innovación sanitaria. Los retos de la sostenibilidad son demasiado complejos para ser resueltos de manera independiente por unos u otros. En un panorama en el que cada vez intervienen más agentes, hace falta más colaboración entre los mismos para crear sinergias, sobre todo cuando los límites entre lo sanitario y lo social son difusos. Para el impulso de la innovación, por un lado están los «árboles» (trees) que son las grandes agencias públicas, empresas y organizaciones no gubernamentales con raíces, poder y capacidad financiera. Por otro, están las «abejas» (bees), que son los emprendedores sociales, grupos comunitarios o profesionales que desarrollan ideas con creatividad. Las abejas tienen la energía y las ideas... pero escasa capacidad para ponerlas en marcha. Los árboles tienen la posición financiera y de influencia, pero carecen del empuje innovador. Cuando combinen fuerzas, las simples ideas se convierten en realidades.
Javier Bikandi
Investigador Senior O+Berri
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